Decálogo del éxito para tu negocio

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Todo emprendedor sueña al iniciar su proyecto de negocio que éste esté destinado al éxito desde sus comienzos. El decálogo del éxito para tu negocio, lo hemos escrito teniendo como referencias algunas entrevistas hechas a importantes CEOs de reconocidas multinacionales  de habla hispana.

Crear una empresa requiere de tres factores esenciales: constancia, visión y disciplina.

Al menos así lo dejan ver empresarios como Carlos Slim, José Moro y Joseph Sanfra. Cuyas ideologías sobre “la visión y el éxito” están directamente relacionadas.

Desde los tiempos bíblicos, los decálogos han mostrado ser una herramienta útil y de guía para fundamentar el propósito y la misión de las acciones de un pueblo o gobierno.

Cuándo asumes el rol de empresario o director de una empresa ya sea pequeña  o gran multinacional, debes tener claro hacia dónde dirigir la barca. Es por esto que, posiblemente vas a necesitar de un manual de instrucciones que guíe tus pasos hacia la excelencia.

Cuando hay una crisis, es cuando algunos están interesados en salir y nosotros estamos interesados en entrar.

Las crisis son grandes momentos para invertir, ya que los precios están por los suelos. Carlos Slim.

Los líderes de HOY

Los líderes de hoy se demuestran en aquellos baches  turbios o de caos, dónde se deben tomar decisiones trascendentales que resuelvan la tensión de un problema.

Los emprendedores  deberían ver en estos decálogos una herramienta de gran utilidad, que sea socializada con todos sus colaboradores, para que juntos trabajen bajo un mismo propósito.

Una empresa tiene que ser dinámica y estar continuamente reinventándose. Es una lucha diaria y el emprendedor que quiera tener un negocio de éxito debe saber que es así. Joseph Sanfra.

“Ir con la cabeza muy alta significa que tienes que hacer las cosas debidamente, y la única manera para ello es ofreciendo siempre lo mejor que puedes ofrecer”, explica José Moro en su libro.

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Conoce el decálogo del éxito para tu negocio . 

Este decálogo ha sido escrito teniendo en cuenta los principios de muchos afamados CEOs. 

1. Conoce bien lo que hace tu negocio.

Parece un principio fácil de entender, lo complejo está en interiorizarlo. Muchos empresarios nacen con un proyecto y no validan si este proyecto es realmente lo mejor que saben hacer.

Es decir, por el simple hecho de querer ser emprendedores constituimos una empresa sin tener los conocimientos básicos de cómo operar aquel negocio.

2. Construye el propósito ideal de tu emprendimiento.

Jamás y nunca olvides cuál debe ser el propósito central de tu negocio;  así tendrás la oportunidad de generar nuevas y extraordinarias ideas,  desarrollar mejores productos y servicios, también afianzar su cadena de valores.

3. No conformarse 

Este punto está directamente relacionado con el primero, puesto que al conocer bien lo que hace tu negocio, no estarás propenso a conformarte  siempre de estar en la misma posición.

La experiencia demuestra que conformarnos con un resultado mediocre no suele funcionar, que no hay que quedarse a medias y que se debe ofrecer lo máximo, especialmente en un mundo tan competitivo como el actual.

4. Cuida tus inversiones y finanzas.

Cuando constituyes un negocio constantemente estás en la necesidad de invertir en nuevos proyectos que ayuden a especializar tu mano de obra y a diversificar tus productos.

Es por ello, que antes de realizar alguna inversión puedas consultarlo primero con algún asesor, para que éste te brinde una óptica más aterrizada de si es funcional o riesgosa la inversión.

5. Hazle caso a la razón más que a las corazonadas.

No dejes pasar buenas oportunidades de crecimiento, pero ten mucho cuidado con la trampa de la sobre-expansión. En especial, evita soñar con nuevos negocios cuando no tienes al personal capaz de ejecutarlos.

6. Trabajar con pasión y dedicación

Los cimientos en los que nuestro negocio se asentará. A la hora de elegir en qué sector o en qué proyecto vamos a trabajar, es mejor elegir algo que nos apasione, que nos despierte, y que cada día seamos capaces de levantarnos con ganas y con ilusión.

7. Ser honesto y coherente

De poco sirve tener un buen producto si una empresa o proyecto está liderado por una persona que no cumple los compromisos. “Ser una persona trabajadora que intenta cumplir con sus compromisos es, según mi punto de vista, la única manera de gestionar una empresa a largo plazo.

Tus acciones serán el reflejo de lo que construyes en el tiempo. Si estás decidido a que tu empresa tenga estos valores, quienes te acompañaran serán las mismas personas que te van a ayudar a construir ese “éxito”.

8. Disciplina y compromiso

Como empresario o ejecutivo, la responsabilidad del negocio es tuya, no de tus empleados. Cuando delegas autoridad y responsabilidad, debes mantener una cercana y constante supervisión sobre las personas a las que delegas.

Para los japoneses por ejemplo, la disciplina es el alfa hacia el éxito, de nada vale ser inteligente si no tienes de tu lado la disciplina y el compromiso de hacer las cosas bien.

9. Revisa tus indicadores.

Bien dicen los ingenieros y financieros: “Lo que no se mide no se puede controlar y lo que no se controla no se puede mejorar”. Crear y monitorear tus indicadores te ayudará a validar si parte de la tarea del camino al éxito la estás haciendo bien.

Siempre debes estar alerta sobre cómo mejorar los procesos, ahorrar costos, subir ventas y bajar gastos. Aprende y usa el método de Kaizen.

10. No impacientarse

Este último punto es la máxima más importante que todo empresario debe tener presente. Hay que estar dispuestos a esforzarnos día a día por alcanzar nuestros sueños, ser conscientes de que en la vida hay riesgos y hay dificultades, pero que no existen las cosas imposibles y fáciles. Del afán solo viene el cansancio y las lamentaciones.

La impaciencia, el querer conseguir resultados demasiado pronto es, a menudo, una de las mayores barreras para lograr el éxito en un negocio. Es raro que las cosas salgan bien y se mantengan bien si no hay un esfuerzo constante detrás. “Valoro más la actitud y el esfuerzo que los resultados”, dice José Moro.