La Mona Lisa y el feminismo
Hablar de la Mona Lisa y el feminismo en un contexto humanístico, es hablar de todos los cambios y formas de pensar o actuar que los seres humanos hemos atravesado en la historia; cambios que en los últimos siglos ha presenciado la mona lisa, obra maestra de Leonardo Da Vinci, la cual se ha convertido en un símbolo pop-cultural que roza entre lo divino y lo terrenal.
La mona lisa ha sido asociada a figuras tales como la diosa griega Afrodita o Eva, la primera mujer existente, relatada en la Biblia. El movimiento feminista de estas últimas décadas la ubica como un referente, un ícono de la cultura mundial, desvaneciendo su expresión artística inicial al punto de convertirla en un referente superficial, mercantilizándola como objeto de venta e hiperconsumo, una mona Lisa Pop.
¿Leonardo habría querido este devenir de su obra? se debe observar en la historia la respuesta a este cuestionamiento que enfrenta a la mona lisa y al feminismo en una lucha constante entre la revolución femenina y el arte como tal.
¿ De que época data la Mona Lisa?
Para empezar, existe una tesis donde habla que la mona Lisa conoce dos creaciones: una renacentista y la otra romántica, dado que el comienzo de la obra se dio en el renacimiento, pero su culminación se dio en el romanticismo, de aquí podría venir su simbología a la revolución feminista.
Ambos movimientos artísticos tienen características particulares, pero su configuración como símbolo no se consumó sino hasta el romanticismo, cuando la identificación del personaje con las alegorías de lo femenino constituyó el primer capítulo de la entrada del retrato en el inconsciente colectivo del arte y de la humanidad.
El feminismo
La feminidad ha sido vinculada a la mona lisa por siglos, (asociaron el retrato con una serie de ideas arquetípicas de la belleza y lo femenino). La consideraban el símbolo esencial de la mujer.
A partir de lo cual se puede decir que la mona lisa es la obra pictórica con la cual se comienza a rescatar la imagen de la mujer en la historia de la humanidad. Hablar de ella no era solo mencionar una simple mujer retratada en un óleo, sino, que detrás de ella, había una idea de trascender.
El rescate de la dignidad de la mujer es de interés primordial actualmente; caso ilustrado por Alicia Puleo, quien a través de su texto Ecofeminismo para otro mundo posible, muestra el rol de la mujer como parte de la construcción de una realidad distinta e inclusiva en los diferentes ámbitos sociales y geográficos.
La manifestación de la mujer en la época moderna
Esta participación de la mujer marca un hito histórico, que configura las visiones establecidas y codificadas por la sociedad en torno a sus dinámicas culturales, sociales, económicas y políticas. Volviendo al caso de la Mona Lisa, se observa como ésta participa de distintos procesos de inspiración en la creación de los artistas como: Kasimir Malevich (composición con Mona Lisa), Marcel Duchamp (L.H.O.O.Q), Yves Gerard de Luxemburgo (miniatura de la mona Lisa) y Sapeck (dibujo de Lisa con una pipa en la boca).
En relación a todo lo anterior escrito, es necesario afirmar que la Mona Lisa dentro de un contexto evolutivo ha sido símbolo tanto de una representación visual como de una expresión cultural, saliendo de los ámbitos enajenados del museo Louvre para ser parte de la cotidianidad, entre la alta cultura y la cultura de las masas, siendo parte de coyunturas políticas, constituyéndose en una forma particular de representar la sociedad actual.
Se abre el debate: El valor de la mujer
En conclusión, la imagen de la mujer debe ser valorada, no comparada por estándares que impone el hombre, garantizando el derecho a su legitimidad, de manera equitativa. Si una obra como la mona Lisa ha intervenido tanto en la historia, entonces ella misma debe servir de inspiración permanente, más no de lucha constante entre ideologías subjetivas o prejuicios clasistas.
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